Gracias a numerosas investigaciones hoy podemos confirmar que la habilidad para aprender no es fija, sino que puede modificarse con entrenamiento y esfuerzo.
Los deberes y tareas escolares son considerados una herramienta muy valiosa para realizar este entrenamiento y desarrollar desde pequeños las habilidades necesarias para aprender gracias al esfuerzo de cada día.
Una de las características del éxito escolar es la determinación; la pasión y la perseverancia para alcanzar metas muy a largo plazo. Los niños más propensos a perseverar son aquellos que, cuando fallan, entienden ese fracaso como parte de su proceso de aprendizaje. Por ello, no abandonan fácilmente, no se hunden, porque han aprendido que es algo temporal y se puede resolver con el trabajo constante.
Vamos a comentar varias ideas que nos pueden ayudar a desarrollar esta habilidad en nuestros hijos en torno a la tarea escolar.
Ahora que acaban de terminar los exámenes es un excelente momento para darle a las tareas escolares la importancia que tienen. Éstas ayudan a sentar las bases de un cerebro bien preparado para aprender.
Os propongo que estas semanas hasta las próximas vacaciones escolares animéis a vuestros hijos a que cada tarde se sienten con su agenda y elaboren un pequeño horario de lo que tienen que hacer para el día siguiente. Esto les ayudará a tomar conciencia del tiempo que se tarda en hacer las cosas y de la importancia de aprender a organizarse.
El trabajo realizado es fuente de satisfacción para ellos y motivación para seguir trabajando cada día para ser un buen alumno.